Humberto Vacaflor Ganam
15 marzo 2019
Un diario de Perú informa que Bolivia ofrece construir un ducto para vender gas en Puno, mientras en Bolivia se informa que está en estudio la construcción de un ducto hacia Paraguay, y que se venderá energía eléctrica a Argentina, además de negociaciones con Brasil para lo mismo.
El equipo de campaña del binomio gubernamental vetado por un referéndum, debería recomendar al gobierno abstenerse de dar noticias tan alegres porque alguien podría descubrir que son falsas, y eso podría perjudicar a la campaña.
Francesco Zaratti pregunta en las redes si YPFB ha enloquecido, precisamente a raíz de la noticia sobre el ducto que se anuncia hacia Perú y Siglo 21 alude al proyecto del ducto a Paraguay, que debería tener un diámetro diez veces menor al que va a Brasil.
El gerente de ENDE acaba de enterarse de que en Jujuy, el gobernador Gerardo Morales aprobó la instalación en esa provincia de la planta fotovoltaica privada más grande de América latina, con capacidad para generar 390 megavatios. Por lo tanto, el gerente boliviano ha decidido poner en condicional los alegres anuncios que estuvo haciendo sobre la exportación de electricidad a Argentina.
El más desaforado generador de noticias alegres es el ministro de Hidrocarburos. Ha olvidado que acaba de acordar con Argentina y Brasil la reducción de los volúmenes de venta de gas boliviano a la mitad (de 50 a 25 millones m3/d) pero sigue diciendo que avanzan las negociaciones para vender gas a diez estados brasileños y que el país exportará gas natural licuado desde puertos argentinos, en sociedad con ese país. No tiene freno.
Algunos medios de comunicación, cansados seguramente de hacer de tontos útiles repitiendo los inverosímiles anuncios del gobierno, están analizando la opción de poner filtros en la difusión de noticias de ese tipo en esta campaña electoral.
Otros analizan la posibilidad de optar por acompañar cada una de las noticias inverosímiles con datos precisos sobre, por ejemplo, la lamentable situación de la producción de gas. De tal modo que, en ese caso, los informes sobre próximas exportaciones irían acompañados de las cifras reales sobre el agotamiento de los campos productores, o el hecho de que la planta separadora de Yacuiba esté operando a 30% de su capacidad instalada, por falta de gas, etcétera.
Son buenas iniciativas.