Humberto Vacaflor Ganam
Nunca antes ningún aspirante al premio Nóbel de Economía había recibido una reprimenda tan contundente, sobre temas económicos, como la que recibió el ministro Luis Arce Catacora del gobernador de Tarija.
Fue en la ciudad de Tarija, adonde el ministro había llegado con intención de criticar y dar lecciones, adoptando una inexplicable pose de pedantería, quizá basada en que él sigue convencido de haber provocado el súper-ciclo de las materias primas desde su oficina.
Sentados, uno al lado del otro, Adrián Oliva comenzó diciendo que la planificación del presupuesto de la gobernación está basada en la información del Ministerio de Economía, todos los años.
Y resulta que todos los años, sin faltar, la información del Ministerio de Economía está equivocada. O sea que este aspirante al premio Nóbel de Economía no hace bien sus deberes. Quizá tenga que resignar sus aspiraciones o corregir sus faltas.
Es decir que la causa de los problemas de administración de la gobernación de Tarija son los errores que comete el gobierno central, el ministerio.
Oliva pasó entonces a flagelar. El año 2015, el Ministerio había presupuestado 3.300 millones para Tarija, por renta petrolera, pero el monto que llegó realmente fue inferior en 503 millones.
En 2016 el techo fijado por el Ministerio de Economía para Tarija fue de 1.845 millones, pero sólo llegaron 1.500 millones.
Después de repetir cada una de las cifras, el gobernador decía, mirando a los ojos a Catacora: “Fracaso de la planificación”.
En 2017, el techo había sido de 1.545 millones pero sólo llegaron 1.137 millones, una diferencia de 316 millones. Y en 2018, con recursos adicionales de todos modos la diferencia fue de 12 millones.
Oliva pasó a ser sádico. Del otro lado había un mudo, que tomaba apuntes, muy nervioso. Algo parecido a las escenas de la televisión estatal cuando entrevista a los gobernantes. Los periodistas enmudecen. Esta vez era al revés. El masista había enmudecido.
El gobernador tomó los grilletes. Si las cifras del Ministerio son incorrectas, porque los ingresos de la renta petrolera han fallado, quiere decir que la política petrolera fue un fracaso.
Es decir, dijo el gobernador, que si la renta petrolera fue un fracaso, quizá es el resultado de que la nacionalización fue un fracaso.
Tras lo cual, Catacora seguramente pidió a sus seguidores que retiren su postulación al Nóbel.