Humberto Vacaflor Ganam
Lo peor que se puede hacer con este gobierno es tomarlo en serio.
Con un presidente que te habla del “autosuicidio” sin ruborizarse, no se puede ser solemne y ni siquiera serio.
No fue un error del presidente usar esa palabra. Por eso es que los medios decidieron no repetirla sugiriendo que fuese un error. Es que no fue un error.
Y si no, pregúntenle a la ministra de comunicación que tiene ahora un presupuesto seis veces superior al de salud o educación. Y es porque la función de ella es hacer reír a la gente.
Por el momento está difundiendo la genial ocurrencia del señor presidente sobre las cholitas cochabambinas que usan calzas, que es la causa por la cual él no les invita a bailar. Y menos a formar parte del gabinete. Es una prenda ideada por el imperio y el perverso neoliberalismo. Todo lo quiere ocultar.
Ella podrá decir, como el presidente dijo, que en el pasado, por culpa del colonialismo y el neoliberalismo, las mujeres solían autosuicidarse. Otras tenían el suicidio asistido. Algo así como ir a la CNS ahora. O el SUS.
Por el momento. todas las posibilidades de hacer chistes de parte del gobierno están paralizadas porque el monopolio lo tiene el ministro de hidrocarburos.
Su última ocurrencia fue decir que si no hay una salida al mar para Bolivia, como se confirmó en La Haya el año pasado, habrá un mar interior, hecho de petróleo y gas, para que los bolivianos puedan bañarse libremente como los pájaros que quedan atrapados por derrames de petróleo.
Y asegura que en este momento Bolivia tiene las mayores reservas de gas y petróleo de su historia. Un aburrido experto, de nombre Mauricio Medinaceli, dice que la producción de gasolina en 2018 comenzó marcando 50.500 barriles por día y terminó siendo de 30.500. Pero no hay que prestarle atención. Total: se puede importar gasolina y diesel con toda libertad, incluso con dinero prestado.
Las reservas de gas de ahora son las mayores de la historia. Si Brasil y Argentina se niegan a pedir mayores volúmenes de gas es porque se toman muy en serio las cosas.
Y el presidente pide un premio para la empresa que perforó el pozo más profundo de América latina. Quienes se detienen en el detalle de si encontró o no gas o petróleo, son unos aburridos que no saben reconocer los esfuerzos desinteresados, de perforar por el gusto de perforar.
Ya aprenderán.