Jorge Espinoza Morales
Incremento del PIB
Uno de los logros económicos más resaltados por el Gobierno en los últimos años, es el incremento anual del Producto Interno Bruto (PIB). Según la CEPAL, Bolivia tuvo el crecimiento más alto del PIB en Sudamérica en 2009 y entre 2014 y 2018. Este último año se incrementó en 4,3%, pero en América Latina la República Dominicana creció en 5,6% y Panamá en 4,8. En el país, especialmente por el elevado precio del gas natural y los grandes volúmenes exportados, tuvimos superávits fiscales hasta 2013. El mayor incremento desde 2006 fue en 2013 con 6,8%.
PIB nominal y PIB per cápita.
Sin embargo, no se habla de otros indicadores económicos como el PIB nominal anual, que según el FMI en 2018 el de Bolivia fue el más bajo de Sudamérica con 41.833 M$us y el más alto el del Brasil con 1.909.386 M$us, seguido de Argentina con 475.429 M$us, lo que muestra el minúsculo tamaño de nuestra economía. En cuanto al PIB per cápita también tuvimos el indicador más bajo de la región (excluyendo a Venezuela) con 3.719 $us y el más alto el de Uruguay con 17.379 $us y Chile en segundo lugar con 16.143 $us.
Déficits fiscal y comercial
En el período 2014-2018 tuvimos déficit fiscal (gastos más que ingresos) y entre 2015 y 2018 se añadió el déficit comercial (valores de importaciones más que de exportaciones). Según el IBCE el déficit fiscal fue creciendo en porcentaje del PIB y por tanto en valor así: 2014/-3,4%, -1.130 M$us, 2015/-6,9%, -2.225 M$us, 2016/-7,2%, -2.462 M$us, 2017/-7,8%, -2.947 M$us y 2018/-8,1%, -3.287 M$us, totalizando un déficit fiscal de 12.051 M$us.
De acuerdo al IBCE el déficit comercial acumulado ente 2015 y 2018 es de 4.176 M$us.
Causas y efectos del crecimiento del PIB
A pesar de que la bonanza debido a las exportaciones de gas estaban en franca bajada, y por tanto los impuestos que generaba, para mantener el crecimiento del PIB se mantuvo elevada la inversión pública (IP), a costa del endeudamiento externo y de la disminución de las reservas internacionales netas (RIN). De acuerdo al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas la IP creció paulatinamente entre 2014 y 2018, totalizando 26.863 M$us. Otra fuente que menciona al VIPFE y al INE indica que en el período, con altibajos la IP ejecutada sumó 23.694 M$us. En lo que a la inversión privada toca, la segunda fuente indica una inversión para el período de 13.727 M$us, mucho menor que la IP.
La Inversión Extranjera Directa (IED), importante para el desarrollo de cualquier país, según un informe de la CEPAL, elaborado sobre la base de cifras oficiales, indica que en el período la IED totalizó 4.469 M$us (894 M$us/año), cifra baja que refleja la poca confianza de los inversionistas extranjeros en invertir en Bolivia, por su desconfianza en la justicia boliviana (de acuerdo a la Constitución no existe el arbitraje internacional y no hay credibilidad en quienes deben hacer cumplir las leyes) y en actos que conducen a la inseguridad jurídica. Como dato comparativo, en el período Chile captó 26.016 M$us (5.203 M$us/año).
En el período 2014-2018, según el IBCE las RIN bajaron de 15.084 M$u a 8.946 M$us 2018. El Banco Central de Bolivia indicó que los saldos de la Deuda Externa Pública subieron de 5.736 M$us a 10.178 M$us y el Ministerio de Economía y finanzas Públicas (MEFP) señaló que los saldos de la Deuda Pública Interna subieron de 4.118 M$us a 5.377 M$us. El decremento de las RIN y el aumento de las deudas externa e interna en el período suman aproximadamente 11.839 M$us. La diferencia con el déficit fiscal del período (12.051 M$us) puede deberse a los intereses pagados.
Con la IP se construyó caminos, aeropuertos, edificios suntuosos difíciles de justificar, también se compró artefactos cuya utilidad es cuestionable (satélite, aviones, helicópteros etc.). Varias empresas públicas resultaron en fracasos. Por lo anotado, ¿se justificará el tratar de forzar el crecimiento del PIB a costa de bajar las RIN, subir las deudas externa e interna, y que además el crecimiento no se refleje en los otros bajos indicadores económicos? Pienso que no.
Subvención a los hidrocarburos
Uno de los componentes para los gastos y por tanto para el déficit fiscal, es la subvención al uso de combustibles especialmente la gasolina y el diésel, que mantienen los precios establecidos en el DS No 27691 de 19/08/04 (15 años). Esta subvención va creciendo conforme aumenta excesivamente el parque automotor y el incremento sostenido del área agrícola, especialmente para la producción de soya, que requiere un alto consumo de diesel.
El Gobierno promulgó el DS No 748 de 26/12/10 que incrementaba el precio de la gasolina en 73% y el diésel en 82%, que el pueblo lo llamó gasolinazo y por las exaltadas y múltiples protestas sociales, tuvo que ser derogado.
A los factores negativos señalados se suma la disminución paulatina de la producción de YPFB de gasolina y diésel, por el agotamiento de los campos hidrocarburíferos, por lo que su importación ha ido en continuo ascenso. En 2017, el país importó combustibles y lubricantes por un valor de 937,4 M$us, pero el año pasado subió a 1.324,6 M$us, un incremento del 41%. Según el IBCE a junio de 2018 se gastó por importar combustibles y lubricantes 525,5 M$us, mientras que en el primer semestre de 2019 ascendió a 905,4 M$us, un aumento del 72% (69% en volumen). De acuerdo al MEFP, la subvención e incentivos a la producción de hidrocarburos fue de 478 M$us en 2018 y para 2019 se proyectó 624 M$us, que seguramente será mayor.
Los diferentes indicadores económicos muestran una situación delicada de nuestra economía, que obligan a tomar medidas adecuadas, empezando cuanto antes por reducir al máximo los gastos. No podemos seguir endeudándonos y reduciendo nuestras RIN.