Humberto Vacaflor Ganam
Ha perdido en las elecciones, por paliza, como él decía que ganaría. Y ha tenido que hacer un fraude descomunal, como jamás se había hecho en Bolivia. Descomunal y torpe, porque estuvo en manos de venezolanos y cubanos que habían recibido instrucciones de expertos rusos, con malos traductores.
Si quisiera rendirse y aceptar la derrota, enfrentaría graves problemas, más externos que internos. Los cocaleros del Chapare quisieron hacer una amenaza a Cochabamba pero salieron disparados: los jóvenes cochabambinos los enfrentaron. Otros cocaleros del Chapare llegaron a Santa Cruz y más tardaron en llegar que en volverse. Los ponchos rojos de Achacachi llegaron a La Paz, cumplieron un contrato de muy mala gana, amenazando a algunas personas, haciendo ademanes de usar el chicote, pero luego se fueron, en el mismo autobús en que habían llegado, contratado por el gobierno.
Quienes defienden al cocalero son solo mercenarios. Las marchas de apoyo se diluyen cuando se ha cumplido el horario de oficina. Son las otras marchas, las opositoras, las no pagadas, que dan el espectáculo. Los “movimientos sociales” verdaderos están en la vereda de enfrente.
Es decir que la resistencia interna a la posibilidad de una rendición es muy débil. Refleja la debilidad de la postura favorable al cocalero, que apenas llega a 27% de los electores. Su derrota real reflejó esas cifras.
Lo difícil es el frente externo. ¿Cómo convencer a los fanáticos ayatolas de Irán, a los jefes del terrorista Hezbohla, que quieres tirar la toalla? Desde Teherán no vendrá nunca una aprobación a un plan de rendirse. ¿Cómo puede esperar que Vladimir Putín apruebe eliminar el alfil que tiene atravesado entre Brasil y Argentina en esta guerra mundial que él maneja desde Moscú?
La cosa se complica cuando debe tomar en cuenta a los chinos. Esos no juegan solamente al ajedrez y a la guerra santa: quieren comprarse el país, como lo están haciendo con Venezuela. Chinitos querer hacer negocio. La ideología puede esperar.
Y esta guerra mundial en que están los bolivianos, militando en un eje equivocado, tiene escaramuzas que se dan en Chile, Ecuador y Colombia. Lo que queda claro es que Bolivia es un territorio conquistado por el eje Irán-Rusia-China-Cuba-Venezuela. Un eje que no acepta perder, incluso si sus peones quisieran rendirse.
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