El historiador Morales

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Humberto Vacaflor Ganam

El país ha perdido, por una decisión del TSE, la oportunidad de contar en el senado de la república con la participación de Evo Morales, quien hubiera podido hacer grandes aportes intelectuales, pero fue inhabilitado por tener dirección desconocida.

Durante sus casi catorce años de presidente lanzó algunas pistas, de pasada, sobre temas históricos desconocidos para el resto de los mortales, que quizá formen parte de un verdadero tesoro de hallazgos acerca de nuestro pasado.

Cuando él hizo esas alusiones a temas históricos, el periodismo optó por tomarlas a la ligera, sugiriendo que se trataba de confusiones del entonces presidente, producto de su falta de estudios académicos.

Dijo, por ejemplo, que los aimaras participaron en la derrota del imperio romano, pero nadie se interesó en conocer las fuentes que respaldarían semejante revelación que cuestiona la historia universal. Los bárbaros del norte de Europa habrían tenido, según este apunte lanzado de soslayo, unos aliados de esta parte de los Andes mucho antes de los viajes de Colón, Cortés y Pizarro.

Sostuvo que fueron los romanos quienes arrebataron las tierras a los pueblos originarios o, como él solía decir “pueblos originarias”, en un anticipo del lenguaje inclusivo que trata de abrirse paso en el idioma. En este caso, él usó masculino para pueblos y femenino para originarias, evitando el absurdo de decir “originaries”. Buen aporte.

Luego dijo, siguiendo en esa veta, que algunos pueblos de las Antillas optaron por suicidios masivos para evitar ser esclavizados por los romanos, también antes de la llegada del genovés con sus tres carabelas extraviadas.

No habría que descartar que quizá estamos ante una especie de Heródoto nacido en Orinoca, un historiador de gran estatura, pero que prefirió, hasta ahora, jugar a ser modesto, pasar por un simple dirigente cocalero, sólo para no llamar la atención. Su modestia era solamente para sus aptitudes intelectuales pero era inmodesto en todo lo demás.

No habría que descartar que este historiador haya tratado hasta ahora de pasar inadvertido pero tiene documentos más valiosos que los manuscritos de Sahuaraura, sobre el imperio incaico, recientemente recuperados por el gobierno del Perú. O se los podría comparar con los manuscritos del mar Muerto, descubiertos en 1946.

La otra opción es coincidir con la mayoría de los medios de comunicación y sostener que todas esas cosas que dijo Morales como presidente eran producto de su imaginación o de sus confusiones sobre la historia.

Me hubiera gustado escucharlo con sus discursos en el senado, quizá con la elocuencia de un Marco Antonio, como lo imaginó Shakespeare, señalando los lugares donde se dieron los impactos del «golpe de Estado», quizá a la altura de las asentaderas, criticando a quienes le obligaron a escapar del país, y de paso sustentando con documentos sus hallazgos históricos.

Como la decisión está tomada y ha sido inhabilitado para aspirar a ser senador, sin apelación, quizá corresponda que la Sociedad Histórica Boliviana le pida, en una sesión especial, que revele sus fuentes. Mejor sería pedirle que entregue, en calidad de donación, los documentos que respaldan sus aseveraciones.

Pero que lo haga rápido, antes de que la justicia nacional, o los tribunales internacionales, se lo lleven codo con codo por los delitos que cometió.

Siglo21bolivia.com

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