Humberto Vacaflor Ganam
Ahora sí que la puja interna dentro del MAS por saber quién manda en el nuevo gobierno se ha puesto muy interesante: el cocalero Morales ha decidido crear un “súper-gabinete” que deberá vigilar lo que haga el gabinete “junior”, de Luis Arce.
Detrás de estos gestos está, por supuesto, un expresidente que no se resigna a serlo, que odia a quienes le obligaron a escapar hace un año y ahora quizá esté odiando también al nuevo intruso que ocupa su silla de presidente, después de que la ocupara la “golpista” Jeanine Áñez.
Tan poco resignado está que se ha autonombrado “jefe supremo” del MAS para tener una jerarquía equivalente a la de un emperador, muy por encima del presidente, del gobierno y, por supuesto, de todos los bolivianos, aunque todavía no se atreva a visitar una ciudad capital.
Ha convocado a todos sus vasallos, desde el presidente hasta los gobernadores y alcaldes, a una reunión para elegir a los candidatos a las elecciones subnacionales, reunión que, por supuesto será, en Chapare, su refugio de cocalero. Los encargados del protocolo han recordado a los invitados que si quieren masticar hojas de coca, la traigan de Yungas en vista de que la de Chapare solo tiene usos industriales.
La decisión de poner al gabinete bajo un cerco molesta seguramente a Arce pero sobre todo al vicepresidente David Choquehuanca quien había dicho incluso en público que no quisiera en el gobierno a nadie del “entorno” del cocalero.
El cocalero replicó entonces diciendo que qué tienen de malo los miembros de su “entorno”, el propio Arce, Quintana y Romero, entre otros. Y ahora, siguiendo con esa idea, ha decidido cercar al gobierno Arce-Choquehuanca con su “guardia vieja”.
Es el aimara Choquehuanca el que quisiera cortar la influencia del cocalero en el gobierno, y si fuera posible, jubilarlo para siempre, lo primero porque quisiera poner fin al nexo del MAS con la coca y el narcotráfico y lo segundo porque propicia una renovación generacional en ese partido.
Los representantes del poder cocalero están alerta. Andrónico Rodríguez, presidente del senado, ha rechazado la idea de jubilar a Morales y también ha respondido a la crítica de fondo: no porque haya coca en Chapare se puede decir que sobra la cocaína en el mundo.
Tan ocupado está el MAS con sus riñas internas que no ha tenido tiempo para castigar a los “golpistas”, o quizá ya los ha perdonado en vista del servicio que le han prestado.
Y la oposición, pues nada. Sólo Camacho que ha tenido la brillante idea de decir que la revolución de las pititas fue financiada con su dinero. El MAS le ha agradecido.
Con amigos como éste, para qué necesitamos enemigos.
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