Humberto Vacaflor Gana,
El presidente Luis Arce decidió, en el tercer mes de su mandato, observar la situación de la pandemia del virus chino en el país y para eso contrató a decenas de masistas para que vayan a todas las regiones.
Antes de que partan estos misioneros masistas, aquí van algunos datos que podrían ayudarles acerca del estado del sistema de salud en el país.
Entre 2006 y 2018, el gobierno del cocalero Morales destinó al ítem de salud exactamente Bs 13.355.426.448.
En ese mismo lapso, destinó a propaganda (comunicación) un poco más del doble de esa cifra: Bs 27.481.000.554 (unos 4.000 millones de dólares).
¿Quién lo hizo? Un ministro que se llama Luis Arce Catacora, que todos los años envió al parlamento el proyecto de presupuesto, que los diputados y senadores masistas aprobaban sin chistar, sólo levantando el brazo.
Es decir que la comisión de investigadores deberá revelar qué pasó con el dinero que se podía destinar a la salud y se destinó a propaganda. Hay razones para sospechar que el informe dirá que fue por culpa del gobierno de transición. Sí, la señora Áñez obligó al entonces ministro Arce a destinar el doble de recursos a la propaganda que a la salud o a la educación. Hay que hacerle un juicio, dicen los masistas.
Eran los días en que los médicos protestaban por los pocos recursos que el MAS destinaba a la salud, mientras invertía cientos de millones de dólares para pagar a unos presuntos médicos cubanos que no habían terminado sus estudios en la isla.
Por ese tiempo, el sacerdote Mateo Bautista pedía que el presupuesto de salud llegue a 10% pero el gobierno decidió perseguirlo, hasta que tuvo que salir del país.
Guillermo Cuentas, exministro de salud, denunciaba que el porcentaje del presupuesto que Bolivia destinaba a la salud era el más bajo de América latina.
Pero el gobierno del cocalero tenía sus propias prioridades, como la propaganda. La salud tenía un poco menos de la mitad de la importancia que tenía la propaganda.
El gobierno de Jeanine Áñez perdió la oportunidad para hacer auditorías de todo el despilfarro, de todos los gastos descarados, que hizo el gobierno del cocalero Morales.
Como una lección del propio descaro, ahora el gobierno de Arce dice que la crisis que se vive en el país debe ser atribuida al gobierno de Áñez. Una lección de sinvergüenzura.
¿De quién es la culpa de que las empresas estatales estén en quiebra? Adivina. ¿Quién sobreexplotó el gas natural? Adivina. ¿Quién compró turbinas alemanas por 1.400 millones de dólares, y que nunca entrarán en operaciones por falta de gas? Adivina.
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