Recuerdos del presente
Lindo espectáculo
Humberto Vacaflor Ganam
Las peleas en que se enfrentan ahora los masistas son un espectáculo agradable para 86% de los bolivianos, aunque dejan algunas dudas que alguien tendría que responder, alguien que sea capaz de razonar.
De las últimas rabietas surge la curiosidad de saber cómo serán los exámenes trimestrales que debe rendir el presidente Luis Arce ante el cocalero Morales, de acuerdo a lo que han decidido las seis federaciones del trópico.
¿Es esta una nueva instancia que el masismo ha creado para el funcionamiento del gobierno nacional? Si el presidente no aprobara el examen, ¿cuál sería la sanción? ¿tendría opción al desquite?
La CPE había creado una instancia para controlar la gestión de las autoridades. Se trata del referéndum revocatorio. ¿El examen trimestral tendrá igual validez, aunque sea dado sólo ante los cocaleros?
Lo que lleva a otra pregunta: ¿la opinión del resto de los bolivianos no sería tomada en cuenta? ¿Es éste un Estado de propiedad privada de los cocaleros, sólo de los de Chapare?
¿El fallo de los examinadores sería de aplicación inmediata, o habría alguna instancia de apelación, por ejemplo, quien sabe, el parlamento, un referéndum nacional? ¿Quizá la OEA? El Runasur estaría descartado, porque no tiene personaría.
El cocalero Morales ha dicho que el presidente Arce es corrupto. Y que su gobierno entero es corrupto. ¿No sería éste un motivo para que intervenga la Contraloría, la Procuraduría, la justicia?
Si eso ocurriera, se podría esperar que el cocalero exponga los cargos que tiene para decir que Arce es corrupto. Podría parecer nimio, pero habría que preguntarle si Arce era corrupto ya cuando ocupaba el cargo de ministro de economía de su gobierno, lo que hizo durante trece años? O es que de pronto, sólo porque el cocalero ha dejado de ser presidente, Arce mostró su lado feo.
Pero esto es un ping-pong masista. Los del otro frente responden diciendo que “nadie es imprescindible”. Y que se debe proceder a una renovación del partido.
Quizá les parezca que el cocalero ya está gagá. O que sus neuronas están fallando y convenga enviarlo a una clínica de rehabilitación, como aquella donde se hacía tratar el finado Maradona.
Los renovadores no entran en esos detalles. Sólo dicen que quieren un cambio, y fuera. Es decir que el proceso de cambio produzca, finalmente, un efecto beneficioso para el país. Eso es, al menos, lo que se puede entender de los mensajes de esta tendencia envía. Son mensajes enigmáticos, como suelen ser todos los que emiten los masistas.
De todos modos, cualesquiera que sean las respuestas, este es un espectáculo muy lindo. Es una música divina para los oídos de los bolivianos, de aquellos con buen oído.
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