Humberto Vacaflor Ganam
Como era previsible, el gobierno de Luis Arce eligió a una empresa china para desarrollar el proyecto de extracción directa del litio, descartando a empresas alemanas e incluso rusas.
Es probable que el hijo del presidente a cargo del proyecto no haya tenido en cuenta, para tomar esta decisión, que China es un país en proceso de encogimiento, tan grave que en 2050 podría tener la mitad de la población que tiene ahora.
La explicación podría ser la inercia. Si Evo Morales, o su amiga Gabriela Zapata, preferían a los chinos, pues hay que seguir la corriente.
Los chinos, como se sabe, tienen el control directo de decenas de ríos bolivianos donde explotan oro, por lo que no pagan impuestos, pero además envenenan todo con mercurio.
También por inercia, los caudillos chinos siguen penetrando países de la región, ajenos a que su propio país está en una crisis terminal, no sólo porque su población se deduce, sino porque su economía no tiene futuro.
En este momento, el país sudamericano con mayor penetración china es Perú, según lo comprobó un estudio hecho por Doublethink Lb, que analizó 82 países donde el dragón chino tiene intereses.
Dice el informe, difundido por Expediente Público: “La República Popular China mantiene una estrategia de penetración política, comunicacional, académica, militar y económica en los países con que se interrelaciona hasta lograr un nivel de influencia en todos los sectores de una sociedad, según revela un estudio denominado “Índice de China” que analizó datos de 82 países en nueve regiones desde marzo de 2021 hasta marzo de 2022 y que fue presentado en diciembre pasado.”
En el Índice China Bolivia está entre los primeros. Es curioso comprobar que en esta lista figuran los países más amigos del gobierno boliviano y aquellos, casualmente, en que la presencia del narcotráfico es más evidente. Son los países elegidos por el Talibán de los Andes.
Dice el informe que “el caso peruano es altamente llamativo porque es el país que más parece cooptado por China en América Latina, aún más que Venezuela o Bolivia, cuyos gobiernos suelen ser aliados ideológicos del gigante asiático. Venezuela aparece en el puesto 25 y Bolivia en el puesto 60 del índice de China.”
Pero, según Daniel Moss, de Bloomberg, el encogimiento de la población china pone el riesgo el futuro de la economía del gigante. Dice el autor que durante los años del boom chino el factor decisivo fue que contaba con una provisión de capital humano sin límite, que es lo que ahora está fallando.
Los aliados elegidos por el MAS en el mundo tienen los días contados.
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