Humberto Vacaflor Ganam
Los trabajadores despedidos del banco Fassil podrán cobrar sus salarios y sus beneficios sociales sólo si se venden, cuando se vendan, los bienes inmuebles que figuran en el patrimonio del banco.
Lo que permite anticipar que, cuando cierre YPFB, después de que los yacimientos en explotación hayan terminado de agotarse, los trabajadores también tendrán que esperar a que el gobierno del MAS remate el patrimonio de la empresa para recibir sus salarios y beneficios.
Y eso podrá ocurrir con 85% de las 72 empresas estatales que están en quiebra, algunas de ellas con más motivos para su cierre que los motivos usados por el gobierno para cerrar el banco.
¿Es esto gobernar? ¿Sigue el estilo de “yo le meto nomás”, que utilizó el cocalero Morales de 2006 a 2014? Y que vengan los abogados a resolver los detalles, como decía parte de la fórmula del “proceso de cambio”.
El vocero presidencial dice, sin mostrar ninguna vergüenza, que el gobierno no puede importar combustibles porque no tiene los dólares necesarios.
Después de esa admisión de ineptitud total, lo que se hubiera esperado es que el mismo vocero, o el responsable (la palabra es excesiva) de esta situación, anuncien que están ya instalados en un avión mexicano.
Pero no, porque tienen otras perlas de ineptitud y corrupción que entregar, como liberar de culpa a los ladrones que pusieron en ABC y aceptar que Santos Cruz diga que las coimas que recibió en un hotel no eran eso, sino “anticipos” que entregaban las empresas contratadas.
La entrega de pruebas del oprobio suma y sigue. Ahora se revela que la hija del presidente Arce tiene un cargo muy bien remunerado en la Gestora.
El resto de los detalles de este festival de la vergüenza se dejó a cargo del exministro Carlos Romero, con precisos datos sobre la corrupción en YPFB, donde opera otro hijo de Arce.
La “reserva moral” de Bolivia, como se presentó el “primer presidente indígena”, estaba vacía, o en cifras negativas, como ahora están las reservas del Banco Central.
Y llega desde el exterior el informe de Bloomberg de que Bolivia figura en la lista de los países que tienen dificultades para pagar sus deudas externas, como están Ucrania y otros países que Rusia quiere ocupar.
Desde los países vecinos se informa que Argentina y Brasil están esperando que los gasoductos bolivianos queden vacantes para poderlos usar pagando un peaje, que vendría a ser una especie de limosna a lo que queda de la “Bolivia saudí”, como era conocido este país por la riqueza de gas que dejaron los gobiernos “neoliberales”.
El avión mexicano podría partir en cualquier momento.
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