Recuerdos del p resente
Prohibido especular
Humberto Vacaflor Ganam
Antonio Escohotado cuenta en su libro “Los enemigos del comercio” que una tribu judía, los esenios, 200 años antes de Cristo definieron el comercio como una actividad pecaminosa, y la prohibieron.
Pues ahora, en 2025, el gobierno de Luis Arce se ha atribuido el derecho de confiscar los bienes de personas que los retengan con “el propósito de especular.
Es decir que, si tienes un vino y quieres guardarlo para que mejore su calidad, o tienes una casa que quieres preservala para que sea de tus nietos, o tienes arroz que quieres guardar para cuando mejore el precio… etcétera, corres el riesgo de que lo confisquen todo.
Los economistas nos dirán si se trata del primer intento del Estado de arrogarse el derecho a robarle a las personas, lo que ya hace con algunos impuestos, pero esta vez se trata de ignorar el derecho a la propiedad privada.
Dice la tercera ley de Newton que ante una acción, hay una reacción. Por lo tanto ha surgido ahora una alianza de los sectores económicos deseosos de cuidar la vigencia del derecho a la propiedad privada, que pide la anulación de ese artículo y anuncia un paro de 24 horas para el 10 de febrero.
La guerra está declarada. Un gobierno que quiere robar y unos ciudadanos que le dicen que no pasará.
La alianza reúne a grandes empresarios y a comerciantes minoristas, los gremialistas, además de otros sectores, decididos a defender el derecho a la propiedad privada.
¿Cómo aplicará el gobierno esta disposición? ¿Cómo ejecutará su derecho a confiscar los bienes de los “especuladores”?
En Montero se produjo la demostración del método que usará el gobierno. Allí ordenó a la policía que asalte los ingenios arroceros y robe, en nombre del Estado, todo el arroz que estaba almacenado.
Y ahora, el señor gobierno ha dispuesto que el precio del arroz suba en todo el país, con lo cual acaba de hacer un excelente negocio: el arroz robado cuesta ahora casi el doble.
Los defensores de la propiedad privada quieren proteger su derecho y han dado un plazo al gobierno para que desista de su intención de confiscar los bienes de la gente.
El MAS había comenzado estas prácticas asaltando tierras privadas, sobre todo aquellas que tenían lista la cosecha, pero ahora está dando un paso adelante, porque quiere ir a las casas de los propietarios, a sus almacenes, a sus tiendas, y quitarles todo.
Unos masistas angurriosos irán por los negocios, por las casas, por los almacenes y decidierán, a primera vista, sin que haya derecho a la defensa, si un bien está guardado para especular, y lo confiscarán.
Esto hay que resolverlo ahora. No hay que esperar a agosto.
Siglo21bolivia.com