Humberto Vacaflor Ganam
No es muy alentador el panorama electoral. Y no solamente por las opciones que ofrecen los candidatos.
Si con 25% de los votos el MAS logra mayoría en diputados y en senadores, porque así funciona la geografía electoral que diseñó ese partido con sus asesores venezolanos y españoles, quizá ni siquiera sea necesario hacer elecciones.
La cifra es de Luis Pedraza. la reprodujo Siglo 21 y al difundirse por otros medios ha causado alarma e indignación pero todavía no impotencia. Ni derrotismo.
En octubre pasado, si se le descontaba al MAS los cinco puntos porcentuales del fraude por alteración de actas, de todos modos hubiera tenido mayoría en senadores y en diputados, dice Pedraza.
Quiere decir que el fraude manual, torpe, del estilo del viejo movimientismo, por el que la OEA cuestionó las elecciones de octubre, no es el mayor pecado del MAS. En cuestión de pecar, el MAS es muy prolífico e imaginativo.
El pecado mortal de este partido que ahora tiene a su caudillo en el exilio y quizá nunca más vuelva a Bolivia, es haber adulterado la geografía electoral boliviana. Él ha sido expulsado del país, pero su sistema de fraude electoral sigue vigente. Un fraude implantado que consiste en que algunos votos valen más que otros.
Están los votos de las zonas rurales que, por tener pocos votantes, pueden tener diputados muy baratos en cuestión de votos, mientras que en las zonas urbanas, los votos son más caros. Como resultado, ocurre que el voto de un ciudadano urbano vale un tercio del ciudadano del área rural.
Pero hay algo más, algo orweliano: hay zonas urbanas más urbanas que otras.
La circunscripción 56 tiene derecho a un diputado, pero la 24 tiene derecho a dos diputados aunque tiene la misma cantidad de votantes habilitados.
La circunscripción 56 comprende a una larga lista de poblaciones cruceñas: Porongo, El Torno, Quirusillas, Mairana, Pampa Grande, Samaipata, Saipina, Comarapa, Moro Moro, Trigal, Postrer Valle, Vallegrande, Pucará, Gutiérrez y Buena Vista, con 94.723 votantes. Y tiene derecho a un diputado.
La circunscripción 24, el Chapare, comprende a Puerto Villarroel, Villa Tunari, Chimoré, Shinahota y Bulo Bulo, con 110.000 votantes. Pero tiene dos diputados. Son privilegios que se repiten en otros rubros.
El Chapare tiene también el privilegio de ser la zona del país donde más inversión pública se ha hecho en la historia, pero además es aquella en que los votos valen más. Sobre la calidad de la inversión pública mejor no hablemos, porque allí está la planta de urea que costó 1.000 millones de dólares pero que no funciona y quizá sea necesario trasladarla o venderla como chatarra. Además que todos sabemos que la producción del Chapare es la que mayor demanda internacional tiene, aunque sea ilegal.
Si el TSE puede corregir esta forma de fraude institucionalizado, formalizado, implantado, tendría que hacerlo, siempre y cuando tenga tiempo. Los expertos que he consultado no están de acuerdo. Luis Pedraza cree que sí, que se puede resolver, lo que sería muy bueno porque así los bolivianos tendrían motivos para creer en la democracia.
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