Humberto Vacaflor Ganam
De pronto, como resultado de unas elecciones muy dudosas, con resultados que no los traga nadie, Bolivia debe cambiar de bando, y volver, después de un año, al bando de países como Irán, China, Rusia y sus satélites, como ser Cuba y Venezuela.
Ahora el canciller de Irán, Muhamad Zariff, anuncia que estará presente en la posesión del presidente elegido en esas elecciones, lo que seguramente ha de descartar que nos visite el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y otros representantes de países de la órbita occidental y cristiana.
Para quienes no lo recuerden, Irán es el país que en 1994 mandó unos terroristas que atacaron la sede de la AMIA en Buenos Aires y mataron a más de 80 personas, ocho bolivianos incluidos.
Es un país promotor del terrorismo, como lo ha definido el gobierno de Estados Unidos precisamente por hechos parecidos al de Buenos Aires. Y sus terroristas fueron protegidos por un acuerdo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que ahora es vicepresidente de otro satélite del eje del mal, vecino de Bolivia y refugio del cocalero Morales.
Lo que nos lleva a pensar que quizá sea necesario que en las elecciones se informe a los votantes de todos los alcances que tendrán sus votos, en este caso que el país haya retornado al bando de quienes promueven el terrorismo internacional.
Los iraníes se han propuesto instalar en El Alto de La Paz una planta nuclear con tecnología rusa, en un proyecto que fue paralizado durante los últimos once meses por el riesgo que representa para esa ciudad y por el hecho de que, para funcionar, tendrá que usar toda el agua que se dispone para la sede de gobierno y su satélite. Pero ahora irá adelante.
Nunca antes, ni siquiera durante la anterior guerra fría, Bolivia había cambiado de bando con tanta frecuencia como ha ocurrido ahora desde que el cocalero Morales huyó en noviembre del año pasado, hasta que ahora vuelve como triunfante, como emperador que quiere ser entronizado en esa función al mismo tiempo que su pupilo asume el cargo de presidente del país.
Los bolivianos tendremos que hacernos ahora a la idea de que somos socios de los terroristas de Irán, de los chinos, los rusos, los turcos, los cubanos y los venezolanos, lo que hasta hace pocos días parecía imposible.
Ha sido la voluntad de los votantes, o por lo menos de las cifras del escrutinio. Siempre recuerdo que Marcelo Quiroga Santa Cruz solía decir que en Bolivia no habían elecciones, sino solamente escrutinios.
Siglo21bolivia.com