Juegos militares

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Humberto Vacaflor Ganam

El MAS ha decidido usar a las Fuerzas Armadas de Bolivia como un juguete, al que le ordena, según las circunstancias, ponerse de cabeza, hacer paradas ficticias o tolerar la existencia de grupos irregulares armados.

A la Policía Nacional la usa para cosas más indignas todavía, como proteger a asaltantes que golpean a gente pacífica en las calles o –y esto es el extremo– tolerar que algunos policías sean secuestrados por grupos armados del cocalero Morales.

Este personaje ha ofrecido la participación de sus “soldados” en la defensa del gobierno del presidente Luis Arce, y dijo que el 23 de noviembre esos sus combatientes participarán en la marcha de Caracollo a La Paz.

¿Qué designios tendrá el cocalero, capitán general de este nuevo ejército de ocupación, para cuando sus tropas hayan tomado la sede de gobierno?

El comandante de las formales FFAA, aunque sea “accidental”, porque no cumple con los requisitos para ocupar el cargo, tendrá que callar y olvidar que la CPE dispone que no pueden haber en el país grupos irregulares que porten armas de fuego.

Salvo que cuando modificaba el reglamento interno de las FFAA para los ascensos, el MAS haya aprovechado para quitar a la institución lo que se llama el “monopolio” de las armas.

Esto ya no es un juego con soldaditos de plomo. Es una guerra declarada, con “soldados” del cocalero marchando amenazantes contra un pueblo que sólo pide la abrogación de leyes inconstitucionales.

Los paceños han comenzado a sumarse a la protesta nacional contra las leyes que amenazan la propiedad privada, pero los alteños están más decididos, aunque la alcaldesa que tienen sea una masista intermitente.

Los empresarios privados de El Alto echaron al ministro de economía, Marcelo Montenegro, cuando se presentó a una reunión organizada por la muy diligente alcaldesa. Lo echaron después de decirle que las leyes que está aprobando el MAS son una amenaza para los informales.

Y El Alto es una ciudad con 100% de informales.

Para llegar a la sede de gobierno, el ejército irregular del cocalero Morales deberá pasar por El Alto. ¿Podrá pasar?

La posibilidad de que se den esas circunstancias es muy preocupante. Quizá se estén creando, en ese momento, las condiciones para que las FFAA cumplan su rol constitucional.

Estos juegos militares podrían estar llevando al país hacia un punto de definiciones. Que se defina si Bolivia pertenece al Cártel del Chapare o es una república que cuenta con un ejército propio que la defienda.

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