• Se reunieron en La Habana
• Son los mayores carceleros
• Y los que más éxodos han provocado en América latina
Humberto Vacaflor Ganam
Las definiciones políticas se están haciendo cada día más burdas. Hasta hace poco era necesario optar por el socialismo o el capitalismo, pero ahora las cosas se han hecho más ordinarias.
En La Habana se están reuniendo ahora los gobernantes de los países que aplauden los crímenes de guerra de Vladimir Putín en Ucrania. Una especie de confraternidad los amigos del conde Drácula.
Ninguna definición política, nada que ver con las ideologías: ahora se trata de definiciones que tienen relación con la cantidad de víctimas que causan los caudillos.
Una especie de concurso de atrocidades. Los asistentes a la reunión compiten en cantidad de presos políticos, algunos torturados, que tienen en sus cárceles.
Si Putín ha ordenado bombardear un hospital infantil, quizá sin meditarlo, no hubiera esperado que nadie le aplaudiera, pero… Estos sujetos creen que deben aplaudir.
Que unos países de América Latina decidan darle su respaldo, decirle que siga adelante, que le meta nomás, era algo que nadie hubiera esperado, ni siquiera Drácula.
Esto ha provocado confusiones en los aspirantes a ideólogos. Pensaron que había necesidad de afinar la puntería, pero los aplausos les han confundido.
La cantidad de niños muertos en ese bombardeo no es definida, pero los gobernantes latinoamericanos que aplaudieron esa medida no se han fijado en esos detalles. Aplaudieron a rabiar.
El presidente de Bolivia ha ordenado a su embajador en las Naciones Unidas que se ponga de pie y aplauda la decisión de Putín de bombardear ese hospital infantil ucranio. Y el embajador obedeció. No se sabe si por orden de Arce o del cocalero, pero aplaudió a rabiar.
Quizá fue un gesto excesivo. Es probable que el propio Putín se haya avergonzado de haber dado esa orden, pero los aplausos del embajador boliviano lo confundieron. Nadie esperaría ser felicitado por tan horrendos hechos.
O que haya decidido bombardear un hotel donde se habían refugiado cientos de uranios. Lo mismo que esté asesinando a cientos o miles de ciudadanos en ciudades ucranias que Rusia quiere incluir en un ya incontrolable territorio.
¿Qué propone Putín? ¿Alguna diferencia con el capitalismo? ¿Quizá un socialismo mezclado con mafias? ¿Las mafias, unidas, jamás serán vencidas? ¿Socialismo mafioso? ¿Cuál es su propuesta ideológica en esta nueva guerra fría? Nada. Sólo muerte. Y mucho, pero mucho éxodo.
Son carniceros. Y en eso, los regímenes del socialismo del siglo XXI no tienen rivales.
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