Recuerdos del presente
Eje musulmán-comunista
Humberto Vacaflor Ganam
La actitud de obediencia perruna que tiene el gobierno de Luis Arce con Rusia y China, además de Irán, confirma que el país ha sido incorporado por el MAS al eje Musulmán-Comunista.
Arce debió viajar, perdiendo los calzoncillos, a Caracas, para recibir las instrucciones que había dejado el canciller ruso, aunque un día antes el ministro Rogelio Mayta había llegado a esa ciudad para rendir pleitesía al ruso.
La afiliación de Bolivia a ese eje internacional no ha sido autorizada por los bolivianos. No se ha consultado a los ciudadanos sobre este cambio tan radical que rompe con la pertenencia del país a la comunidad de naciones occidentales y democráticas, además de cristianas.
Para tomar semejante decisión, el gobierno debía haber sometido el tema a un referéndum, que sea vinculante y sus resultados sean de cumplimiento obligatorio.
Tan convencido está Arce de que Bolivia pertenece a ese eje, que considera a China como parte del país, como el patrón, cuando dice “defender el litio es defender la patria”, a pesar de haber entregado los yacimientos de litio a un consorcio chino en enero pasado.
Defiende el litio regalándoselo a los chinos, que ya tienen el control de la minería del oro y pronto serán dueños de la hidrovía Paraguay-Paraná por voluntad de los peronistas argentinos.
La visita del canciller ruso a la región fue para confirmar la lealtad de los países que aplauden los crímenes que comete Vladimir Putín en Ucrania, como lo han denunciado las Naciones Unidas al calificarlo de “criminal de guerra”.
Bolivia está de acuerdo con esos crímenes, como lo demuestra en todas las votaciones sobre el tema en las Naciones Unidas, pero además aprueba la invasión rusa de un territorio ajeno, lo que equivale a renegar de la postura histórica de Bolivia contra la invasión chilena del litoral en 1879.
Un principio que Bolivia mantenía en todos los foros internacionales fue archivado por el gobierno masista por decisión de sus patrones del eje musulmán-comunista.
Del mismo modo, el gobierno ignora las leyes de defensa del medio ambiente cuando permite que empresas chinas envenenen con mercurio ríos y selvas donde extraen el oro, por el que no pagan impuestos.
Sobre las tierras raras que interesan a los rusos no se sabe lo que decidió el gobierno masista después de que Putín hizo conocer sus exigencias.
Aparte de rusos y chinos, Bolivia es el país latinoamericano con más presencia de agentes de Irán, el país promotor de hechos de terrorismo en el mundo. Sólo como funcionarios de la embajada figuran 180 personas y los iraníes tienen un canal de televisión compartido con el gobierno boliviano.
Hay que elegir mejor a los amigos de Bolivia.
Siglo21bolivia.com