Humberto Vacaflor Ganam
Una ley dicha por Perón se cumplió rigurosamente a las pocas horas del triunfo de los peronistas K el domingo pasado: “el capital es tan cobarde como el ratón, escapa de cualquier cosa”.
Los inversionistas que habían comprado acciones de empresas argentinas las vendieron de inmediato y los argentinos que tenían pesos, pues se fueron a comprar dólares. Perón tenía razón.
Y, según sus seguidores, él tiene la culpa de esto, pues la marcha peronista que ellos cantan dice en uno de sus versos que el general vive “combatiendo al capital”. El capital le escapa al peronismo.
Con el triunfo de los K se confirmó la ley expresada por otro argentino. En los años setenta, Jorge Luis Borges debió responder a los periodistas si la crisis económica de ese momento había tocado fondo. Su respuesta fue: “No, no tocamos fondo: yo creo que podemos seguir hundiéndonos indefinidamente.”
Entre estos dos argentinos había un abismo de diferencias, pero en esto de la economía del país de ambos estaban muy acertados.
Antes del peronismo, Argentina era el tercer país más rico del mundo. Su PIB per cápita, según recuerda Javier Milei, equivalía a 94% del PIB per cápita de los norteamericanos. Ahora es la economía número 70. Y su PIB per cápita es de 11.652 dólares frente a 59.531 de Estados Unidos, es decir 18%.
Desde 1945 Argentina se está hundiendo.
El triunfo del peronismo K en Argentina ha provocado una crisis que desborda a ese país, pues pone feliz a Nicolás Maduro y Evo Morales, provoca que Jair Bolsonaro tema que aquí, en el cono sur, esté surgiendo otra Venezuela y tiene angustiados a casi todos los sudamericanos.
Fue como un movimiento sísmico con epicentro en Buenos Aires que se sintió muy lejos. En todas partes se había sentido la frustración de que el peronismo no había muerto, que los electores argentinos seguían adorando a Santa Evita.
Pero esta vez será muy difícil. Con un sentido de humor muy especial, Bolsonaro dijo que ahora se venía el éxodo de argentinos hacia Brasil y luego advirtió que si la señora Cristina Kirchner vuelve a meter las manos en la economía argentina, Brasil abandonaría el Mercosur.
Macri está haciendo sacrificios para recuperar algo del apoyo perdido. Pero está haciéndolo con el método populista, pues está aflojando los ajustes que la economía argentina necesita desesperadamente.
Por lo momento, la única certeza sobre lo que ocurre en ese maravilloso país es que el dinero es muy cobarde, le huye a todo, principalmente a los gobiernos torpes.