Pegas «for export»

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Humberto Vacaflor Ganam

YPFB tenía 600 empleados en 2006 y ahora tiene 7.000, pero ha sido autorizada a contratar a más jóvenes del partido de gobierno para las agencias de venta de gas que se propone crear en Brasil.

Hace tres meses se habían sumado a la ya muy abultada planilla de la empresa otros 800 jóvenes que, según se dijo entonces, hicieron un curso acelerado sobre la industria petrolera en Cuba, seguramente con catedráticos llegados del exterior.

Cuando se inauguró la planta de urea y amoniaco de Bulo Bulo, YPFB anunció que estaba instalando oficinas para ofrecer el producto en el territorio brasileño, puerta por puerta seguramente.

Otros países usan para estos propósitos las oficinas y los empleados de los consulados, pero el botarate gobierno boliviano decidió enviar a funcionarios diferentes, con oficinas diferentes y con salarios muy diferentes.

A este ritmo, YPFB es una empresa que produce más pegas que gas natural y petróleo, olvidando que el déficit fiscal, el más alto de América latina, es provocado por el exceso de gasto público, como se llama la sobrecarga de pegas improductivas.

Un análisis en proyección de Milenio, dado a conocer la semana pasada, coincide con el diagnóstico del FMI: quienquiera que gobierne el país después de las elecciones de octubre deberá aplicar el ajuste fiscal.

Traducido, esto quiere decir que el próximo gobierno deberá eliminar el exceso de burócratas que ahora está agobiando las cuentas fiscales, más o menos como tuvo que hacer el gobierno de Víctor Paz Estenssoro en 1985.

En aquel momento, Comibol tuvo que despedir a casi todos sus trabajadores, para lo que el Estado debió recibir un préstamo del Banco Mundial por 25 millones de dólares.

Esta vez el monto tendrá que ser mayor, porque los empleados públicos supernumerarios pasan de los 30.000, a los que habrá que sumar los beneficiarios de las pegas que ahora YPFB está creando en Brasil.

En este caso específico se está dando una gran confusión. Los anuncios de que existe gas para exportar mayores volúmenes responden a urgencias electorales, porque se sabe que no hay gas.

Que YPFB se tome en serio eso de que hay exceso de gas es un error. Está confundiendo campaña electoral con la realidad.

Las pegas que se creen para estos propósitos deberán ser canceladas por YPFB cuando admita que no hay gas, o por el siguiente gobierno, cuando deba aplicar el ajuste fiscal.

Siglo21bolivia.com

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