Los Fernández de Argentina

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Humberto Vacaflor Ganam

Dice un juego de palabras y de nombres en Argentina, que ahora allí está actuando “La triple F”: Fernández-Fernández-Francisco. Escalofriante alusión a la “Triple A”, una organización de asesinos que mató a decenas de personas, entre ellas a Juan José Torres, en mayo de 1976.

Pues ahora, la Triple F está buscando retomar el poder político en Argentina, abanderada por Cristina, tildada “la chorra”, porque, según Leonardo Fariña, citado por Mauricio Ríos García, llegó a robar de su país el equivalente de todo el PIB de un año y está procesada por trece casos.

El 27 de octubre es probable que La Triple F tome el gobierno de Argentina, para alegría y regocijo del que aporta con la última F.

Hace un siglo, otro Fernández argentino, Macedonio, temía que esto pudiera ocurrir en su país, como dice en su colección de Teorías. De este Fernández, Jorge Luis Borges dijo alguna vez: “Yo por aquellos años lo imité, hasta la transcripción, hasta el apasionado y devoto plagio…Quienes lo precedieron pueden resplandecer en la historia, pero eran borradores de Macedonio, versiones imperfectas y previas”.

Éste sí es un Fernández que vale la pena tener en un país. Y que Argentina se merece.

Era el tiempo en que Argentina figuraba como la tercera potencia económica del mundo. El PIB per cápita de los argentinos equivalía a 93% del que tenían los norteamericanos.

Macedonio estaba orgulloso pero preocupado. Algo presentía: “Creo, empero, que esta gallarda nación, que es uno de los grupos nacionales de convivencia más culto y sano y vivaz de la Tierra, esta sociabilidad en que el trabajo de todos los corazones parece que está concentrando y creando el más espléndido Sol humano de Buena Voluntad actualmente existente y en formación, está sujeta a una inminente catástrofe económica que abrirá un periodo de dolor nacional…”

Lo malo es que Macedonio tenía razón. En 1945 llegó el peronismo y desde entonces su nación ha ido perdiendo. La versión peronista, de los ladrones de siete suelas, chorros y malentrenidos, llegó con los K.

Dice Javier Milei que desde entonces Argentina ha ido perdiendo altura. Ya no es el tercer país más rico del mundo: está en el número 21 y su PIB per cápita representa apenas 30% del de Estados Unidos.

Es el balance del peronismo. Recibió un país que era el tercero más rico del mundo y lo convirtió en una piltrafa.

Siglo21bolivia.com

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